domingo, 2 de noviembre de 2008

Decálogo del Diseñador Conscienzudo*


No importa si eres diseñador gráfico o publicista, si tienes que ver con el mundo del diseño el siguiente artículo del señor Enric Jardí tiene que ver contigo. Agradezco a Ranita Oko que en su pagina comparte las siguientes líneas que aquí publico para ustedes. No dejen de leerlo.

1. El diseño es para todos: El estilo no puede nunca anteponerse a los criterios de usabilidad. La forma sigue a la función. Hay que hacer que las cosas sean fáciles para el lector, el viandante, el pasajero, el consumidor. Por eso los diseñadores gráficos siempre escogemos las letras más adecuadas, y nunca los alfabetos de difícil lectura aunque estén de moda. Jamás los aplicamos en cuerpos pequeños: los empleamos en grande y con los colores adecuados para que todo el mundo pueda leerlos. No diseñamos páginas con jerarquías confusas...

2. El diseño tiene que ser sostenible: Sólo tenemos un planeta y la especie humana está malgastando los recursos con un consumo descontrolado. Por eso rechazamos encargos donde nos proponen soluciones poco sostenibles o tiradas excesivas. No aceptamos diseñar productos absurdos como los libros de “mesa de café”. Nunca diseñamos con formatos caprichosos, fuera de los estándares en los que se optimiza el consumo de papel...

3. El proceso es lo importante, no el resultado: Ama el proceso. Los errores son un punto y seguido mientras que un acierto es un punto final, es paralizante. Por eso los diseñadores estamos siempre dispuestos a realizar cambios en los proyectos ya aprobados, somos muy flexibles...

4. El éxito es aburrido: No busques la fama, busca el progreso. Aprende a creer en los proyectos colectivos más que en el prestigio personal. No antepongas tu carrera a la solución satisfactoria de un encargo. Por eso pocas veces olvidamos firmar nuestros trabajos, y que firmen todos los que han colaborado, del primero al último. Nos apasiona compartir secretos profesionales con otros colegas para que avance nuestra profesión...

5. Adáptate al entorno: Observa a tu alrededor y captura los accidentes, el azar es importante. Valora lo que ya está hecho y lo que funciona. No pretendas imponer siempre tu punto de vista. Por eso nunca marginamos los diseños que no hemos hecho nosotros. Somos respetuosos con las marcas ya implantadas, la heráldica, las pautas y las normativas. Siempre nos gusta colaborar con otros diseñadores...

6. El diseño alberga un sentido social:
Los diseñadores somos importantes en la toma de decisiones de los procesos de consumo. Podemos actuar a favor de un mundo más justo y solidario. Nuestra labor va más allá de ordenar palabras e imágenes, y no debemos diseñar aquello que no merece la pena ser leído. Porque el diseño gráfico no se encuentra en el corazón mismo de los mecanismos de consumo. Los diseñadores no colaboramos nunca con el marketing, la publicidad y el desarrollo de marcas para productos y servicios innecesarios...

7. Inventa:
Cada encargo es un mundo. Cada idea tiene que ser original. El camino que otros han hecho antes no tiene por qué ser bueno para ti. Y es que los diseñadores no copiamos nunca. Acaso, en ocasiones, hacemos homenajes...



8. No al estilo: El estilo es una flaqueza humana. Lo importante es el concepto. Por eso odiamos los filtros de PhotoShop (especialmente cuando ya hace tiempo que han pasado de moda), las tipografías más novedosas, los colores de moda. En definitiva, odiamos las tendencias...

9. Todos somos autores:
Todo creador tiene derecho sobre su obra. No dejes que los clientes abusen de tus obras indefinidamente. Exige respeto por aquello que es tuyo. Por eso los diseñadores nos quejamos de que los clientes no compren las tipografías y el software que les demandamos. Porque nosotros nunca jamás hemos utilizado software pirata...

10. Haz preguntas:
Escucha con atención. Investiga a fondo, explora los márgenes. Mira allá donde nadie ha mirado. Por eso respetamos siempre la opinión del cliente. Sabemos que, en el fondo, es quien mejor conoce el producto. Nunca decimos que es un ignorante, o que no sabe lo que tiene entre manos. Nunca le colocaríamos algo hecho con prisas. Y nunca utilizaríamos una idea rechazada anteriormente para un nuevo proyecto: cada proceso es único...

* El artículo fue publicado en la revista Visual y el texto completo se puede leer en la web del autor aquí.

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